acá tenemos al joven molina con un look filorolinga. vino con excelente ánimo y con el bombóm de su hijo al que los circundantes de la pauliquería se referían sin parar como ¨este pibe es una masa¨ -porque el niño mucho se reía, tiene unos ojos de dios, y no habla con las palabras que hablamos todos (mide lo que uno de 6, pero tiene 2: por eso habla diferente cuando los grandes esperan que sepa las tablas)
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